Fue un mágico despertar. Centenares de niños y niñas de Mallorca amanecieron ayer por la mañana con la ilusión de ver cumplidas todas las peticiones que escribieron en las cartas reales a Sus Majestades de Oriente.
Si la noche resultó agitada por la llegada de Sus Majestades, la mañana no lo fue menos. A primera hora muchos fueron los pequeños que madrugaron para comprobar si sus peticiones habían sido atendidas por Melchor, Gaspar y Baltasar. Y así fue.
Como todos fueron buenos, los Reyes se esmeraron en atender todas sus peticiones: desde los juguetes más tradicionales como bicicletas, puzzles, juegos de mesa, de magia o juguetes para pintar, hasta los más modernos, como la Playstation, la Wii o Nintendo DS.
Este año, y como es habitual, los Reyes no escatimaron en regalos, aunque también es verdad que en algún hogar, aunque sean muy pocos, también hubo un lugar para el carbón.