La belleza y elegancia natural que desprende la joven argentina Yamila Vega, de 19 años de edad, hizo que el jurado la proclamase y el público la aclamase Miss Argentina Balear 2008, en la noche del pasado viernes en la discoteca Abraxas. La segunda edición del certamen de belleza y socio-cultural que celebró la Federación Casa Argentina Balear llenó el templo de la música del Passeig Marítim de fervientes noctámbulos ávidos de marcha y belleza. Dos ingredientes que se dieron en un magnífico ambiente que arropó la gala más guapa de la noche en Mallorca. Ocho aspirantes de nacionalidad o con descendencia argentina desfilaron en tres ocasiones ante un variopinto jurado compuesto por expertos en el mundo de la moda, prensa, modelos y empresas patrocinadoras de un evento que cuenta con gran aceptación en la sociedad. La ganadora del preciado título estuvo acompañada por la primera y segunda princesa de la noche, Daiana Errandenea y Belén Castillo, respectivamente.
La gran protagonista, Yamila Vega nació en Buenos Aires, en San Isidro, de padres argentinos y abuelos españoles. Yamila llegó a Mallorca a los once años de edad y este verano fue finalista en Miss Baleares, una experiencia que le ha llevado a realizar diversos trabajos en el mundo de la moda y ahora el título de belleza más deseado por las argentinas residentes en el archipiélago balear. Yamila quiere dedicarse profesionalmente a la administración de empresas y actualmente estudia Bachiller en Alcúdia.
El certamen contó con la presentación de una espectacular Carina Barroso quien deslumbró con los vestidos de noche que lució, siendo escoltada por el improvisado presentador Julio Albendea.
Sorteos entre el público y actuaciones musicales de Yanet Dupuy y el cantaor y bailaor Basilio Escudero llenaron la noche hasta una vitoreada coronación, donde no faltó el tradicional grito de ¡tongo! pronunciado por novios de las participantes que no corrieron tanta suerte de ser las elegidas. Durante un año, Yamila Vega representará la Casa Argentina en eventos, actos y celebraciones.
Además de los tres pases, ropa sport, traje de baño y vestidos de noche, donde las jóvenes mostraron sus dotes como modelos, tuvieron que rellenar unos cuestionarios donde se les realizaban preguntas relacionadas con la solidaridad y la implicación social, así como proyectos y ambiciones personales. Un «examen» que puntuó y fue muy valorado por el jurado.
Julián Aguirre
(texto y foto)