Con el propósito de atenuar la saturación que sufre el puerto de Palma todos los días desde la mañana al mediodía, la Autoritat Portuària ha dispuesto la colocación de unos islotes de amarre en dos puntos diferentes de la dársena de Poniente.
Esta medida trata, a su vez, de limitar el uso de los muelles comerciales desde el acceso por el Moll Vell al tráfico de pasajeros, una realidad habitual desde el pasado verano con la incorporación del buque «Isabel del Mar» de Iscomar y con la llegada del «Audacia» de Acciona Trasmediterránea. Situación que no se daba desde hacía cuarenta años, cuando a finales de los años 60 se inauguraron la nuevas estaciones marítimas de Peraires.
Los islotes de amarre, denominados Duques de Alba, se han instalado en el extremo del Moll de Ponent y la plataforma del Dique del Oeste, dos zonas que combinan el tráfico de pasajeros en línea regular y cruceristas.
Según la Autoritat Portuària las cada vez mayores dimensiones de los buques que llegan al puerto de Palma, principalmente los nuevos «ropax» de pasaje y carga hace que la alineación de 129'28 metros que parte de la primera línea y que es perpendicular a ésta, se haya quedado insuficiente para las esloras de los barcos que necesitan disponer de este atraque.
La solución ha consistido en la construcción de un islote fijado en el Dique del Oeste, a 65 metros del extremo de la alineación actual, que permite disponer de una mayor longitud de atraque, dotándolo de un bolardo y una defensa de escudo que mejoran las condiciones de atraque y amarre de los buques allí destinados.
La nueva obra, presupuestada en 992.000 euros, está constituida por un grupo de 6 pilotes de 1'50 metros de diámetro cada uno. La longitud de los pilotes de los Duques de Alba es de 42 metros, de los cuales se han empotrado en el terreno 21 metros.