Ni la lluvia, ni el apagón ni el frío pudieron ayer con el Dijous Bo.
A pesar de todas las inclemencias que ayer cayeron sobre la ciudad de Inca durante la celebración de la feria de las ferias, éstas no pudieron evitar que las calles se convirtieran en ríos de gente que recorrían las principales calles de la ciudad. Eso sí, siempre con el paraguas en la mano.
Después de la resaca del Dimecres Bo, antes de las diez de la mañana, los primeros visitantes y vecinos empezaban a llenar las calles de Inca sin ningún miedo a la intensa lluvia que caía sobre la ciudad. Las máximas autoridades autonómicas tampoco fallaron a la cita anual que es obligatoria para la gran mayoría. De esta manera, el president del Govern, Francesc Antich; la presidenta del Consell, Francina Armengol; el conseller de Mobilitat, Gabriel Vicens; la consellera d'Indústria, Xisca Vives; la presidenta del PP balear, Rosa Estaràs; el secretario general del PP, Guillem Estarellas, y diversos alcaldes de la comarca, así como el comandante general de Balears, Juan Carlos Domingo, acompañaron a las autoridades locales encabezadas por el alcalde de Inca, Pere Rotger.
Después de la bienvenida y un copioso berenar que ofreció el Ajuntament a políticos y periodistas, las autoridades se dirigieron a la plaza del Bestiar para entregar los premios del VII Concurso Morfológico de porc negre en la que participaron siete ganaderos.