Hoy, en el Pueblo Español de Palma, el rastrillo benéfico del Club Elsa abre un año más sus puertas con los estands y percheros a tope de prendas y objetos para vender a bajísimos precios.
Ayer, la vicepresidenta -y presidenta en funciones- Rafi Córdoba, nos hizo un adelanto de lo que se podrá encontrar en él. «Muchas cosas y muy variadas. Entre otras, ropa de caballero, señora y niño, zapatos, libros, vajillas, cristalería, porcelanas, cuchillos de plata, maletas, juguetes, elementos de decoración de la casa, lámparas, algún que otro mueble.... Todo a unos precios que están por los suelos. Habrá, además, un bar-restaurante con servicio de cafetería y bufé, a precios muy asequibles».
El rastrillo estará abierto los días 6 -hoy-, 7 y 8 de noviembre, entre las diez de la mañana y las seis de la tarde, «estando previsto para el último día una gran subasta de cuadros y otros objetos».
El Club Elsa, que desde hace muchos años ayuda a los necesitados, «gentes de aquí», abonándoles, a los que no puede hacerles frente, mensualidades de alquiler de la casa, recibos de la luz o del agua, compra de alimentos, ropa, calzado, libros o de juguetes, «por todo ello -señala Rafi- cuanta más gente venga, mejor. Si el año pasado alcanzamos los 48.000 euros, éste, como mínimo, queremos conseguir los 60.000».