Balears afronta el peor invierno turístico desde la crisis de 1993, fruto de la Guerra del Golfo, y de la recesión mundial que provocaron los atentados terroristas del 11-S, en 2001. La cifra de pasajeros en los tres aeropuertos de las Islas están ya en cifras negativas y la planta hotelera abierta es la más baja de los últimos quince años, tal y como confirman las asociaciones hoteleras de Mallorca, Menora y Pitiüses.
Un dato más que significativo es la evolución de la cifra de pasajeros en los aeropuertos, que tiene su máxima expresión en Son Sant Joan, ya que las previsiones de AENA sitúan en más de un 3% la bajada de movimientos de pasajeros este año, en torno a 200.000 menos que en 2007, pero este indicador se va a ir deteriorando en noviembre y diciembre, de ahí que el cómputo global de bajada superará los 300.000 pasajeros, pese al turismo del Imserso.
La temporada turística 2008 ha tenido numerosos altibajos, principalmente por la caída del turismo británico y español, lo cual ha afectado a la ocupación media, rentabilidad empresarial y gasto turístico. Gracias al turismo alemán zonas como la Platja de Palma han podido mantener ritmos de actividad normales, pero no así enclaves turísticos como Alcúdia, Can Picafort, Calviá, en el caso de Mallorca.
«Desde la crisis de la Guerra del Golfo, en 1993, se había acentuado tanto la estacionalidad como en 2008. En años precedentes se había podido salvar este hecho, pero desde hace dos años el deterioro es progresivo, como así lo demuestra que ha ido descendido el número de planta hotelera abierta, que está teniendo en este invierno su máxima expresión, ya que ha bajado entre 5 y 20 puntos, según la zona que se analice», explicaban ayer desde la Federación Hotelera de Mallorca.