Ayer se vivieron momento de tensión muy importantes en la sede de Futura, cuando los trabajadores accedieron a las oficinas de la aerolínea en el polígono de Son Castelló para hablar con el presidente de la aerolínea, Román Pané. Uno de los trabajadores intentó agredir al director de Recursos Humanos de Futura, Pere Torrens, después de que éste exclamase «yo también quiero cobrar 45 días». El presidente del comité de empresa de la compañía, Julián Barrero, argumentó que había sido «toda una provocación hacia los trabajadores», que están pasando unos momentos muy difíciles porque no saben qué va a pasar con el futuro de 1.200 familias. «Nuestra consigna es mantener las formas y el respecto», aseguró Barrero. Además, negó que «el comité de empresa esté cargando cualquier tipo de tintas contra nuestra dirección».
Otro de los miembros del comité de empresa, Alejandro Juárez, criticó que la compañía chárter argumente que no paga el salario a los trabajadores porque no tienen dinero. «Me parece una barbaridad; es una empresa que ha tenido beneficios hasta hace poco». En este sentido, explicó que la situación de los trabajadores es crítica. «La gente tiene que venir aquí (oficinas de Futura) para no hacer nada y encima sabiendo que no va a cobrar. No pueden buscarse otro trabajo, ni ir al paro», sentenció.
Intervención
Ante esta situación, los representantes del comité de empresa de Futura se reunirán el 27 de octubre con la consellera de Treball, Joana Barceló, para pedirle que intervenga directamente en el conflicto. Además, instarán a la Administración a realizar un informe en contra de la administración concursal, ya que no están de acuerdo con el modo en el que están desarrollando su trabajo. Además, el comité de empresa está barajando la posibilidad de convocar a los trabajadores de la aerolínea los días 22 y 23 de octubre a las puertas de la reunión que mantendrá con los administradores concursales para informarles del desarrollo del encuentro.
El comité de empresa de Futura denuncian que no se está cumpliendo lo acordado con la dirección, es decir, que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) afectaría tanto a los trabajadores de Futura como a los de Flyant. En total, a unos 1.050 personas. Así, criticaron que se vayan a extinguir todos los contratos de trabajo, «excepto los de una serie de personas para mantener Flyant».