El puerto de la Colònia de Sant Jordi es el punto de partida de las embarcaciones que durante el verano viajan a Cabrera. Se trata de una excursión de un día de duración y que permite visitar la isla, declarada Parque Nacional en 1991.
Muchos son los que aprovechan esta salida para disfrutar de una jornada en un entorno natural y de aguas cristalinas, formado por 18 islas e islotes con una superficie de 1.318 hectáreas. Poco más de una hora se tarda en llegar a la bahía del puerto de Cabrera y lo primero que llama la atención a los visitantes cuando toman tierra es la abundante población de sargantanes, unos 'habitantes' que tienen en la isla un hábitat idóneo.
Nada más llegar, los guías informan detalladamente sobre las normas del parque y las diferentes actividades que se pueden llevar a cabo, como la visita al Castell, al museo de es Celler y al Monument als francesos, además de excursiones más largas como la del pico de La Miranda, la del Far de n'Ensiola, la de la Serra de ses Figueres, de Na Picamosques (el punto más alto de la isla) o la de ses Sitges, itinerario que conduce hasta Cala Gandul y es Caló dels Palangrers.
Las playas vírgenes invitan a hacer un alto en el recorrido de la isla de las sargantanes y a bañarse en alguna de sus calas; la cala de sa Plageta es la preferida por los visitantes para esperar el barco que les llevará a sa Cova Blava, una cueva excavada en la roca por la acción erosiva del mar, donde pueden darse un baño antes del viaje de vuelta al puerto de la Colònia. Una excursión para disfrutar de un entorno natural privilegiado con paisajes marítimos y terrestre irrepetibles.
Neus Aguiló