La sanidad pública dispensará gratuitamente en Balears la 'píldora del día después'. Así lo acordó ayer el Consell de Govern durante la primera reunión a la que asistió la nueva consellera de Treball y portavoz del Ejecutivo, Joana Barceló.
De hecho, en su calidad de portavoz, fue Barceló la encargada de anunciar esta medida aprobada a propuesta de la Conselleria de Salut y que ya estaba incluida en el programa electoral del PSIB. De hecho, el primer Pacte de Progrés (1999-2003) ya acordó esta medida pero luego fue anulada por el Ejecutivo del PP.
Barceló, en su primera comparecencia ante los medios, incidió en que la medida se toma como respuesta al «problema de salud pública» que supone la alta tasa de abortos que se registra en las Islas. Este diario ya informaba el pasado día 11 de que el número de abortos se ha duplicado en las Islas en los últimos diez años, pasando de poco más de 1.500 casos en 1997 a 3.058 el pasado 2007.
Barceló ha apuntado que la píldora tendrá que ser prescrita por un médico y que el Govern está acabando de elaborar una «guía de uso» para los profesionales sanitarios.
Este manual supondrá una «herramienta terapéutica» para informar a las mujeres que la pidan acerca de los diferentes métodos anticonceptivos y avanzar así, según Barceló, en el trabajo de «prevención, de información y de formación, del todo necesario vistas las cifras de embarazos no deseados».
El acuerdo del Govern recibió una inmediata respuesta crítica desde el PP. Su portavoz, Catalina Soler, consideró que «no disminuirá» la alta tasa de abortos y que fomentará las relaciones sexuales sin precaución «para, al día siguiente, pasarse por el centro de salud». En declaraciones a Europa Press, Soler hizo hincapié en los «muchos y muy severos» efectos secundarios y reclamó que el Govern se ocupara de otros asuntos como disminuir las listas de espera.
El Govern también acordó auditar dos carreteras construidas por el anterior Ejecutivo en Eivissa y cuyo coste duplicó al previsto.