«Añade vida a los años, que no años a la vida» con esta cita del médico, científico y humanista Gregorio Marañón, Luis Gil, jefe del Servicio de Seguimiento del Plan Gerontológico y miembro del grupo de creación y seguimiento de la Ley de Dependencia, saludó ayer a los asistentes al acto de clausura de la I Universitat Internacional d'Estiu per a la Gent Gran, organizada por la Universitat Oberta per a Majors.
Gil aseguró que la generación que protagonizó el 'baby-boom' está cerca ya de constituirse en la del 'old-boom' «algo que comenzará a ocurrir a partir de 2015 y para lo que en España no estamos preparados ni mental, ni social ni políticamente».
Durante una semana, 80 estudiantes han tomado parte en el encuentro, pionero entre las universidades europeas.
Más de la mitad de los asistentes al mismo, 50, son universitarios de la tercera edad provenientes de Inglaterra, Alemania, Polonia, Portugal y otras autonomías españolas.
Con el título «Sistemas de protección a la dependencia en Europa», la ponencia de Gil criticó la disociación entre las políticas de salud y las políticas sociales que se llevan a cabo en Europa, en relación a la prevención de la dependencia en los mayores.
Asimismo, destacó que «en esta legislatura el concepto de envejecimiento activo, como herramienta de prevención, será el elemento estrella que complementará la Ley de Dependencia».
En 2010 la población de mayores de 80 años en Europa y en España «se disparará». En 2050, entre el 30 y el 35 % de la población europea tendrá más de 65 años, hecho que constata la inversión de la pirámide poblacional que refleja el descenso tanto de la tasa de natalidad como de la de mortalidad.
El modelo estándar europeo de dependencia, argumentó Gil, ofrece, entre otras, protección de orientación universal; prestaciones según el grado de dependencia -o moduladas- e integra al usuario en el coste de las mismas.