El mal funcionamiento de los autobuses de la Empresa Municipal de Transports (EMT) ha llegado a una situación extrema. Las numerosas averías y problemas mecánicos que han ido sufriendo estos vehículos en un margen de tiempo muy corto, han forzado al Ajuntament de Palma a encargar una auditoría mecánica para investigar las condiciones de los 160 autobuses de la flota.
Con esta investigación se destapa toda la problemática que ha estado arrastrando la empresa municipal desde hace tiempo. El regidor de Mobilitat, Joaquín Rodríguez, confirmó que no es nada habitual que un consistorio haga auditorías mecánicas. Se realizan sólo cuando aparecen situaciones insostenibles y de extrema necesidad.
La decisión viene motivada porque el Ajuntament sospecha que la empresa que se encarga del mantenimiento de los vehículos, Asipsa, ha incumplido las cláusulas del contrato de renting que tiene con Cort. El objetivo es que la auditoría que está realizando la Universitat Politècnica de València resuelva, en menos de seis meses, la posibilidad de que esta empresa haya cometido o no alguna «irregularidad». «Tenemos sospechas de que el mantenimiento no se ha hecho de forma correcta», remarca la gerente de la EMT, Fontsanta París. La responsable quiere averiguar qué se esconde detrás de este contrato, suscrito hace ocho años, que establece unas cláusulas «demasiado abusivas» que van en detrimento del ayuntamiento.