El final del verano nos ha dado que pensar. Por ejemplo: Se ha dicho que las relaciones entre las infantas y la princesa Letizia no son buenas. Pues bien. Llegan los príncipes de Asturias para asistir a la cena de despedida, y al día siguiente abandonan Marivent los duques de Palma. Por otra parte, el sábado, la duquesa de Lugo, doña Elena, junto con los príncipes de Asturias y la Reina se van a pasar el día a Cabrera, y de regreso vemos que está en cubierta la infanta Elena, que siempre acostumbra a ir dentro, en el salón. ¿No será que eligió la cubierta porque en el salón iba su cuñada, Letizia?
Esto sucedió el sábado. Ese mismo día, pero por la noche, los príncipes de Asturias salieron a cenar con dos parejas, una de ellas era el cantante Jaume Anglada y su mujer. Cantante y, a la vez, compañero de regatas del Príncipe, dado que ambos están enrolados en el CAM. Pues bien, a la cena no asistió la infanta Elena. Ya digo: coincidencias sobre la nula relación que se dice que existe entre las hermanas Borbón y su cuñada.
Bien. Volvamos a la cena del sábado. Sobre las diez de la noche aparecen los Príncipes. Aparcan el coche frente a la marisquería, donde les aguardan los que van a compartir cena con ellos. Doña Letizia entra rápida en el local, seguramente porque sabe que en la acera hay fotógrafos. La cena, con la correspondiente sobremesa, se prolonga hasta bien entrada la madrugada. ¿Qué cenarán...? «Seguramente marisco», comenta un joven sentado en la terraza de enfrente, desde donde se divisa la mesa principesca.
Así que se hicieron las doce, la una y las dos, y cuando parecía que íbamos camino de las tres, se levantaron, y, deprisa, deprisa, especialmente la princesa, que se ocultaba tras su esposo, salieron del local y entraron en los coches. Sobre la acera una docena de curiosos. ¿Esperando ver el nuevo rostro de la princesa? Los Príncipes permanecerán en Palma hasta el martes.
Pedro Prieto