El presidente del Govern, Francesc Antich, y el conseller de de Turisme, Francesc Buils, aprovecharon ayer su visitas al hotel Sol Guadalupe, recién reformado, y al crucero Aurora, para poner de manifiesto la estrategia a seguir a corto y medio plazo en una coyuntura marcada por la crisis económica y recesión turística. Antich, ante la presencia del copresidente de Sol Meliá, Gabriel Escarrer Jaume, afirmó que «hay que enviar un claro mensaje al sector empresarial y turístico, como es el hecho de que las dificultades hay que convertirlas en oportunidades para modernizar el producto turístico».
Antich apostó por la modernización, la calidad y la mejora del servicio, «son el reto, para lo cual todos deberemos de trabajar a fondo en los próximos años». Preguntado sobre el aumento del presupuesto para promoción turística, el president aclaró que se hará un «esfuerzo económico, porque hay que hacer más promoción para ofertar la calidad de nuestros productos».
Escarrer indicó que la reforma del hotel había costado 5 millones de euros y que en los últimos años Sol Meliá había invertido en mejora de su oferta en las Islas unos 30 millones de euros.
Tras visitar el hotel, Antich y Buils se dirigieron al Dique del Oeste para subir a bordo del crucero Aurora, en donde manifestaron su apuesta por el turismo de cruceros, así como por la reforma del puerto de Palma. Buils calificó este proyecto de «ambicioso» y, a este respecto, garantizó su «apoyo», porque esta modalidad es actualmente «importantísima» para el desarrollo futuro de las Islas, como demuestra el hecho de que dejara, en 2007 y en todo el archipiélago, un total de 85'22 millones de euros de ingresos, con un incremento de casi el 20 por ciento respecto al ejercicio anterior.