Mientras aguarda en la sala de espera de la Fundació Banc de Sang i Teixits de Balears para donar sangre, Ricardo comenta que «acercarse hasta aquí y hacer una donación no cuesta nada; es un acto que requiere poco tiempo que permite salvar vidas».
Ya en la sala de donaciones, encontramos a Sergi Martí y a Miquel Àngel Beltrán, otras dos personas que donan plasma de manera desinteresada: «Soy donante porque con un pequeño esfuerzo puedo ayudar a personas que lo necesitan; vale la pena que la sociedad se conciencie de que con un gesto como éste se pueden salvar vidas», explica Sergi.
Xesc Aguiló se encuentra en la sala de refrigerios del Banc, recuperando fuerzas después de una extracción: «Dono sangre porque también estoy dispuesto a recibirla; me sorprende que haya gente que no se acuerde de venir aquí a pesar de la necesidad de transfusiones que hay en Balears», añade Xesc, donante desde hace alrededor de diez años.
Balears necesita que cada día más de 200 personas donen sangre para cubrir todas las necesidades hemoterápicas, como son intervenciones quirúrgicas o tratamientos oncológicos.
La primera fase en el proceso es la recogida de datos del donante, que se somete a un reconocimiento médico y contesta un cuestionario sobre su historial médico con el fin de garantizar que la donación sea segura tanto para él mismo como para el paciente receptor. Si se cumplen todos los requisitos, se pasa a la sala de donación sanguínea y se procede a la extracción de unos 450 ml de sangre, que dura entre cinco y diez minutos. «La sangre se somete a una serie de controles y se analiza con avanzadas técnicas con las que se puede detectar la presencia de virus. En la sala de fraccionamiento, se separa en glóbulos rojos, plasma y plaquetas para transfundir al paciente sólo el componente que le hace falta», afirma el doctor Muncunill, director gerente de la Fundació Banc de Sang i Teixits de Balears.