En 2006, Catalina Cañellas enfermó de alzheimer. En dos meses dejó de caminar, de comer por sí sola y casi de hablar. Ante esta situación, su esposo, Rafel Morell, decidió pedir ayuda al Servei d'Ajuda a Domicili (SAD) del Ajuntament de Palma. Desde entonces, una trabajadora acude por las mañanas y por las tardes a su casa para levantar de la cama a Catalina Cañellas y darle la comida, un trabajo que en la actualidad realiza Toñi Bosch. Ayer, Bosch se trasladó hasta Son Ferriol para cumplir con los servicios mínimos marcados por la Conselleria d'Afers Socials, que representaron casi el 100 por cien de las salidas que el SAD debía llevar a cabo.
La primera jornada de huelga indefinida promovida por los sindicatos USO y UGT, que continúa hoy y mañana, además de los lunes, martes y miércoles de cada semana, se cerró con el cumplimiento del 97 por ciento de los servicios mínimos. Las cerca de 200 trabajadoras del servicio de ayuda subcontratadas por Cort realizaron el trabajo relacionado con la integridad física de los usuarios (por ejemplo, dispensar medicamentos o cuidar a los niños y a los encamados), y no llevaron a cabo las actividades domésticas (hacer la compra o fregar los platos, entre otras).
Las empleadas informaron a los usuarios, unos 1.200, de su situación laboral. «El mes que trabajo 40 horas semanales, mi sueldo llega a los 1.072 euros brutos. Sin embargo, son pocas las veces que cobro ese dinero», explicó Toñi Bosch, de USO. ¿Se puede vivir con esta nómina? «Se malvive. Llevo nueve años en esto y reconozco que las cosas han mejorado, pero no lo suficiente. Nos pagan la hora a unos 6 euros brutos». Un sueldo diferente a las trabajadoras contratadas por el Ajuntament, con un salario fijo de unos 1.500 euros al mes».
Tomás Navarro, secretario de Organización de la Federación de Servicios Públicos de UGT en Balears, dijo que nla primera jornada fue «satisfactoria», aunque criticó los servicios mínimos, que calificó de «abusivos». «En Semana Santa, el servicio deja de ofrecerse durante cinco días. No nos están permitiendo cumplir con nuestro derecho a huelga». El próximo jueves, se entregará a la alcaldesa, Aina Calvo, las firmas y las cartas de los usuarios recogidas estos días.
Por otra parte, el Ajuntament explicó, a través de un comunicado, que la institución tiene «muy difícil» avalar los incrementos solicitados por el comité por «la crisis económica» actual. Aun así, mostró su disposición a «introducir mejoras que se estimen razonables».