Ni el retraso de más de dos horas de la llegada del avión procedente de Pristina ni el calor tan intenso que hizo ayer tarde en la base aérea de Son Sant Joan, pudo atemperar ni un ápice el estado de ánimo de los cerca de doscientos familiares de los 75 militares del contingente de la «Agrupación Balears II», que esperaron ilusionados la llegada de hijos, novias, maridos y hermanos procedentes de Kosovo. El propio comandante general de Balears, el general de Brigada Domingo Guerra, se encargó de animarles y agradecerles su presencia, al mismo tiempo que afirmó que «la misión ha sido un éxito».
Con el mensaje de «descansad, que os lo habéis ganado a pulso», el comandante general quiso con su presencia resaltar el acto y estar cerca de soldados, suboficiales y ofiales, quienes tras pasar por la aduana, fueron a abrazar a sus más allegados. Las escenas que se vivieron a continuación en la base fueron muy emotivas, más aún cuando habían pasado cuatro meses desde la última vez que se vieron.
El telefóno e internet han sido durante este tiempo el único medio para contactar. «Ha sido la única forma de saber que estaban bien y tranquilos», comentaban familiares al unísono al preguntarles al respecto. Muchos de ellos temieron que los acontecimientos en Georgia, «pudieran afectarles y retrasar su regreso, pero al final todo ha salido bien», apuntaban Damian Céspedes y Crescencia González, padres de la soldado Ana Céspedes, o Antonia García, madre de Cristina Juliá.
Niños llorando, madres, hermanas y, al mismo tiempo, alegría por tener cerca a todos los que han estado en Kosovo. La composición del contingente ha contado en esta ocasión con aproximadamente un 12 por ciento de mujeres y un 15 por ciento de inmigrantes, principalmente de países sudamericanos, en concreto de Paraguay, Ecuador, Colombia y Bolivia.
Los militares de la «Agrupación Baleares II» empezaron a regresar a Palma el pasado lunes día 11, tras la finalización de la misión de mantenimiento de la paz que desarrollaron en Kosovo desde abril. De los 230 militares de Balears que han formado parte de la agrupación táctica de 585 efectivos, los primeros en regresar llegaron el lunes, parte del grueso de la agrupación lo hizo ayer, otra volverá el día 18 de agosto y los últimos, según la Comandancia General de Balears, el día 21.
La misión que empezó en la localidad kosovar de Istok el pasado 11 de abril y que finaliza estos días es la segunda de mantenimiento de la paz en la que participan efectivos de la Comandancia de Balears, tras la desarrollada en Bosnia en 2006. Durante estos meses, han llevado a cabo acciones humanitarias como la colocación de 40 paradas de autobús, la reparación de la carretera al Monasterio de Goriok, la habilitación del aula informática de Dobrusa y el vallado del centro escolar de Rakosh, con una inversión global de 153.500 euros.