Hoy arranca de forma oficial la vendimia y no lo hace con buenas perspectivas, ya que se prevé que la cosecha sea entre un 20 y un 30 por ciento inferior a la del último año. El enólogo Arnau Galmés explica que este descenso de la producción se debe principalmente a las copiosas lluvias de mayo, que provocaron la aparición de 'mildiu'. Este hongo ha afectado a todas las zonas de Mallorca, aunque algunas viñas han resultado más afectadas ya que el exceso de agua imposibilitó aplicar un tratamiento. «Algunas viñas han perdido el 90 por ciento de la cosecha y otras sólo el 5 por ciento», señala.
Otra de las problemáticas de esta vendimia es la irregularidad de la maduración, que hará necesario realizar una recogida muy selectiva. Esto implicará un aumento de la mano de obra, con una consiguiente bajada de la rentabilidad. «En algunos viñedos que se vendimian con máquinas habrá que quitar los granos malos de forma manual», manifiesta Galmés.
A pesar de ello, el citado enólogo destaca que la calidad de la uva será buena. Aunque el proceso de maduración empezó mal, la enfermedad no ha evolucionado gracias a que el verano está siendo seco, en general.