Unos 5.000 niños de zonas urbanas, asentamientos humanos y marginales de Perú superan problemas de desnutrición gracias a 21 comedores promovidos por las misioneras mallorquinas y financiados con 77.368 euros por la Conselleria d´Afers Socials, Promoció i Immigració.
La consellera de este departamento, Fina Santiago, visitó ayer uno de estos comedores, que forman parte del proyecto de cooperación «Mejora del estado nutricional de niños a través de dietas equilibradas desde los comedores promovidos por misioneras mallorquinas». El comedor da de comer cada día a 330 niños del asentamiento conocido como «Delicias de la Villa», en Lima, donde se ubica el centro y viven alrededor de 30.000 personas. Este núcleo de población nació hace 50 años con casas hechas de caña.
Las construcciones han ido mejorando, pero todavía no disponen de agua y las calles están sin asfaltar.
Este trabajo lo desarrollan las congregaciones Hermanas Agustinas del Amparo, Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul, Hermanas Franciscanas y Religiosas Terciarias Trinitarias.
La pobreza caracteriza a estas comunidades, según explicó la Conselleria a través de un comunicado, «así como la falta de servicios básicos sanitarios, ya sea porque las familias dependen del trabajo agrícola que gira en torno al monocultivo del arroz, como en Pueblo Nuevo, al norte del país, o porque sólo tienen acceso a trabajos eventuales y precarios, como ocurre en Lima».