Ocho compañías aéreas que operan en los aeropuertos de Balears, la mitad de las que lo hacen de un modo habitual, tienen abiertos expedientes sancionadores por parte de la Direcció General de Consum, dependiente de la Conselleria de Salut, una vez que los inspectores han detectado diversas irregularidades referidas a los descuentos por diversos conceptos, el cobro por el equipaje, uso de tarjetas de crédito, seguros, suplementos por elección de asiento,... Todo un cúmulo de variables con las que las compañías tratan de aplicar un sobreprecio a sus billetes, en muchas ocasiones de manera unilateral y sin la preceptiva publicidad.
Uno de los campos en los que la penetración del comercio por internet es más amplio corresponde, sin duda, al de los viajes. Desde hace años es habitual la adquisición de paquetes vacacionales, reservas de hotel o coche y, también de billetes de avión, por medio de este sistema alentado en especial por las compañías aéreas de low cost, algunas de las cuales sólo permiten este sistema para poder volar. La dura competencia a la que están sometidas, algunas ofertas son inverosímiles, acaban repercutiendo en los derechos de los pasajeros; razón de más para la alerta permanente de la Direcció General de Consum.
El consumidor debe poder conocer de antemano las condiciones económicas de sus reservas y el preceptivo paso por la taquilla de facturación no tiene que convertirse en una retahíla de suplementos que acaban encareciendo el precio final del billete, en este caso se trata de un puro y simple engaño que los responsables de la Direcció General de Consum hacen bien en querer atajar. Ahora sólo queda esperar que las sanciones tengan el necesario efecto correctivo y ejemplarizante, en caso contrario el anuncio quedará como un simple ejercicio de voluntarismo inútil.