on un espectacular despliegue de miembros de seguridad privada llegaron antenoche, al restaurante espectáculo Son Amar, el presidente de la República de Kazajistán, Nursultan Nazarbayev, quien pasa unos días de descanso en Mallorca. Vacaciones o negocios, lo cierto es que desde que llegó Nursultan, su presencia no ha pasado desapercibida. El impresionante yate, que está amarrado en el puerto militar de Porto Pí, y que no es suyo sino de un amigo hindú, ha causado sensación e incluso ridiculizado los yates más lujosos de Palma. Pero una prueba de cuanto rodea, a diario, al propio presidente de dicha república se pudo apreciar, antenoche cuando seis coches de lujo, dos todoterrenos y un furgón llegaron al restaurante Son Amar, propiedad de Andreu Gelabert. Una reserva para cinco personas fue ocupada por el propio presidente de Kazajistán, su ministro de Exteriores, el amigo hindú, un británico y un traductor. La entrada al recinto se realizó cuando se apagaron las luces y ya había comenzado el espectáculo. Las mesas de alrededor a dicha reserva estaban ocupadas por veinte miembros de seguridad personal. En el furgón viajaban analistas y un médico con todo lo necesario para desarrollar su trabajo. Ambos entraron en la cocina y supervisaron todos los alimentos que se prepararían para el menú de tan ilustres clientes. Las bebidas, incluyendo el agua, fueron minuciosamente analizadas y cada uno de los ingredientes de la comida fueron analizados para detectar la presencia de un posible veneno. El presidente mostró especial interés por el show del ballet de Son Amar y por la historia de la possessiò de Son Amar. Los comensales se retiraron minutos antes de finalizar y encenderse las luces.
Un presidente blindado
Nursultan Nazarbayev, jefe de estado de Kazajistán, cenó en el restaurante Son Amar entre fuertes medidas de seguridad