Un total de 23 empresas de la construcción de Balears han presentado una petición de concurso de acreedores ante los juzgados de lo mercantil desde principios de año, al declararse insolventes para hacer frente al pago de sus deudas y de sus obligaciones ante los empleados.
La mayoría de estas sociedades tienen su sede en Mallorca, aunque el procedimiento de quiebra alcanza a empresas subcontratadas que están repartidas por todo el Archipiélago. Los procedimientos de suspensión de pagos abiertos afectan a entre 500 y 600 trabajadores del sector.
El director de la Asociación de Constructores de Balears, Manuel Gómez, indicó que la mayor parte de ellas pertenecen al grupo de las llamadas medianas empresas, que tienen entre 20 y 100 empleados a su cargo.
Además, destacó que otro indicador «preocupante» tiene que ver con el desempleo que arrastra el sector, que suma 4.772 parados en los cinco primeros meses del año, lo que se traduce en una de las «caídas de empleo más acuciantes de los últimos años en la Comunitat».