Los precios subieron un 0'6 por ciento en Balears en el mes de junio, igual a la media de España, con lo que la inflación interanual -la variación de los precios registrada en los últimos doce meses- se situó en el 4'7 por ciento, tres décimas por debajo del promedio español, según refleja el Índice de Precios al Consumo dado a conocer ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La tasa de inflación interanual balear de junio, del 4'7 por ciento, es la más elevada como mínimo de todas las registradas en las Islas desde 2002, según indican las series históricas del INE. Las tasa más cercana en este periodo de tiempo se produjo en diciembre de 2002 con una subida de precios del 4'5 por ciento.
En términos intermensuales, los precios subieron especialmente en los transportes (2 por ciento) impulsados por la escalada del precio del petróleo, seguidos de los hoteles, cafés y restaurantes, en plena temporada turística, que experimentaron un crecimiento del 0'6 por ciento respecto al mes de mayo. En junio sólo bajaron los precios el capítulo de vestido y calzado (0'3 por ciento), motivados por las ofertas y descuentos realizados de forma previa a las rebajas para incentivar las ventas comerciales.
En los últimos doce meses del año, los productos o grupos de productos que han experimentado un mayor crecimiento de los precios han sido los transportes (10'2 por ciento) en un contexto de constantes subidas del precio del petróleo, que ha ido marcando en este periodo de tiempo máximos históricos sucesivos.
El segundo grupo de productos más inflacionista ha sido en el último año el de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, con una subida del 6'6 por ciento, motivada por el encarecimiento internacional de las materias primas (ver gráfico).
En cuanto a las valoraciones, la portavoz del Govern, Margarita Nájera, indicó que el ejecutivo autonómico sigue la situación de la subida de los precios «con mucha calma, con mucha templanza y con mucha atención», después de conocer los datos del IPC de junio.
«Estamos en una situación de muchas dificultades, por el incremento, sobre todo, del precio de la energía y de los alimentos», apostilló la también consellera de Treball i Formació.
Por su parte, el sindicato UGT emitió un comunicado en el que solicita la apertura de un debate para definir un nuevo modelo energético que permita reducir la dependencia exterior de España y combatir la inflación.
El sindicato señala que, ante esta situación, lo preocupante es la pérdida de poder adquisitivo que sufren los trabajadores e insiste en que es necesario que en todos los convenios colectivos se apliquen cláusulas de revisión salarial. En opinión del sindicato, la inflación en ningún caso deriva de los costes salariales, por lo que «no tienen sentido» las llamadas a la moderación salarial del Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España (BE).