El obispo de Mallorca, Jesús Murgui, hizo públicos en el día de ayer una serie de nombramientos eclesiásticos, que ponen de manifiesto una nueva experiencia parroquial ya iniciada en la Diòcesi: en numerosas localidades de Mallorca se han puesto en marcha las denominadas unidades pastorales o agrupaciones de parroquias vecinas cuyo objetivo principal será la potenciación y la promoción de la acción pastoral conjunta.
En este sentido aparece la figura del rector solidario, representada por sacerdotes que se encuentran al frente de las parroquias o iglesias de una unidad pastoral. De entre todos ellos, se nombra un moderador, cuya misión es la de coordinar a los presbíteros (rectores solidarios y vicarios), que trabajan para la unidad pastoral.
En esta ocasión ha habido un total de treinta y cinco cambios, motivados principalmente por la jubilación de algunos sacerdotes y por la petición de cambio de parroquia de otros rectores.