Greenpeace señala siete «puntos negros» en Balears dentro de su informe sobre la destrucción de los litorales en España 'Destrucción a toda costa 2008', cuya octava edición fue presentada ayer por la asociación ecologista. Este informe analiza los cien casos del país que revisten mayor gravedad, en relación con el número de kilómetros de costa de cada una de las comunidades y ciudades autónomas.
Con 1.428 kilómetros de costa, Balears acumula el 12% de la oferta total de amarres para barcos del Mediterráneo, una «insostenible masificación del litoral», asegura la organización.
Según Greenpeace, en los últimos cuatro años, Balears ha vivido una presión turístico-urbanística sin indicios de remisión a medio plazo, muy agresiva en su frágil territorio.
De los siete puntos negros de las Islas, seis se ubican en Mallorca: la posible trama de corrupción urbanística en torno al Plan Territorial de Mallorca (PTM), el proyecto del campo de golf de Son Bosc (Muro), la ampliación de Port Adriano (Calvià), el cable eléctrico que llegará a Santa Ponça, la contaminación «severa» presente en la Bahía de Palma y el proyecto de hundimiento de una fragata militar en Calvià.
En Eivissa, los ecologistas mencionan un punto negro, derivado de la contaminación del agua por la ampliación de la infraestructura y por el hundimiento del buque Don Pedro.