Un grupo de voluntarios formado por 15 buzos extrajo ayer 100 kilos de residuos del fondo marino de Cala Major. Cristina Cerdó, regidora de Medi Ambient, Economia i Treball del Ajuntament de Palma y presidenta de Emaya, se dio cita en el club náutico de Calanova para agradecer la labor de los voluntarios de la ONG Solidaris Mallorquins y del club deportivo Aventura i Risc.
Los buzos estuvieron sumergidos durante unas tres horas, a una profundidad de entre 10 y 15 metros, donde se acumula la mayor parte de los residuos.
El área que inspeccionaron fue de 200 metros, tal y como explicó Andreu Llabrés, miembro del grupo.
La operación de limpieza contó con la colaboración del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS).
Entre los residuos vertidos al mar se extrajeron latas, restos de electrodomésticos y envases que fueron trasladados por los servicios de Emaya a Son Pacs para ser separados y tratados.
Asimismo, los buzos aprovecharon la inmersión para inspeccionar el estado del fondo marino entre Marivent y el dique del Oeste. Se trata de un área especialmente profunda y los buceadores quisieron comprobar la cantidad de residuos depositados en la misma.