La centenaria tradición se repitió. El vimer, el árbol curativo de la finca de S'Hort des Correu de Manacor, volvió a ser el protagonista del amanecer del día de Sant Joan.
Una veintena de niños y niñas llegados de diferentes puntos de la Isla pasaron por entre las ramas cortadas transversalmente y fueron untados con la savia del árbol en la hernia para ser curados, una vez el sol despuntaba, sobre las 6.20 horas.
Pero el ritual comenzó pasadas las cuatro de la madrugada, cuando la familia Sureda, depositaria de la centenaria tradición, recibió a los niños que padecen de hernia. Se les entrega un número y unas cintas de colores que se atan posteriormente a la rama por donde ha pasado el niño. Luego se untará de barro para favorecer su rebrote.
Pasados cuarenta días, si la rama vuelve a florecer, será señal inequívoca de que el ritual ha tenido éxito y que el niño está curado.
Así, un año más, la magia del vimer de S'Hort des Correu hizo acto de presencia y los niños que pasaron por entre sus ramas serán curados, en su mayoría, de hernia tras una experiencia inolvidable. Mientras, en esta ocasión, la cuarta generación de la familia Sureda continúa con la tradición. Lo que no está tan claro aún es qué pasará con los dos vimers una vez la familia abandone la finca. Éste es el gran misterio.
Guillem Mas