M.JUNCOSA
El Govern destinará este año y el que viene 1.200 millones de euros a combatir la situación de «ralentización» económica en la que está inmersa Balears, de los que 920 millones serán inversiones propias procedentes de los presupuestos generales de la Comunitat y otros 284 millones corresponderán a nuevo endeudamiento destinado a inyectar liquidez en el sector de la construcción, según anunciaron ayer el president del Govern, Francesc Antich, y el conseller d'Economia, Hisenda i Innovació, Carles Manera.
Antich indicó que a esa cantidad hay que añadir otra inversión de 440 millones de euros prevista en el convenio ferroviario que aseguró se firmará de forma «inminente» con el Gobierno central y que tendrá traslación presupuestaria entre 2009 y 2012.
Manera añadió que el Govern tratará de acelerar al mismo tiempo la firma de otro convenio con el Ministerio de Medio Ambiente para la construcción de depuradoras e infraestructuras hidráulicas, que prevé una aportación del Gobierno central de otros 175 millones de euros.
El president del Govern y el conseller d'Economia realizaron estas consideraciones después de entrevistarse con patronales y sindicatos de Balears en el Consolat de Mar, con quienes tienen previsto diseñar las acciones concretas que derivarán de este «plan de choque» contra la desaceleración económica, especialmente en materia de construcción y de vivienda.
El conseller d'Economia afirmó que Balears no está en una situación de crisis económica, ya que prevé que las Islas cierren el año con un incremento del su Producto Interior Bruto (PIB) del 2,2 por ciento. Como se recordará, una recesión o crisis económica se produce cuando se suceden dos trimestres de crecimiento negativo del PIB, algo que de momento no sucede en Balears ni tampoco en España.
Por el contrario, el conseller aceptó que el sector de la construcción balear sí «friega» la recesión, a registrar en el primer cuatrimestre del año un crecimiento de su Producto Interior Bruto Sectorial del 0,3 por ciento.
Para contribuir a paliar esta situación y ayudar a las empresas del sector de la construcción, en muchos casos con «problemas de liquidez», según afirmó Manera, el Govern ha decidió suscribir «operaciones financieras al margen del presupuesto» por valor de 284 millones de euros, en su mayoría nuevo endeudamiento, con el objetivo de inyectar liquidez en este sector.
En concreto, el conseller d'Economia anunció el pago dentro del mes de julio de un total de 70 millones de euros de desviación presupuestaria generada en las obras del metro, así como el pago pendiente de otras infraestructuras ferroviarias, educativas o de puertos deportivos, la mayoría de ellas licitadas y ejecutadas durante la pasada legislatura por el Ejecutivo del PP y que los constructores reclaman al Govern.