Ciutadella vive este domingo, con el Diumenge des Be, la primera de las grandes jornadas de las fiestas de Sant Joan.
Desde hace días se vienen preparando todos y cada uno de los actos, los personajes, los encuentros y las actividades de esta policromía de luces, colores, sensaciones, sabores y contrastes que son las fiestas de Ciutadella. Sant Joan conjuga tradición y modernidad, con un profundo respeto a los Protocols y también el deseo de adaptar esta fiesta siete veces centenaria a
los cambios que impone la modernidad. Hoy, Diumenge des Be, es la jornada-prólogo que anuncia la inmediata salida a las calles de los jinetes de Sant Joan (caixers i cavallers) que recorrerán las calles del casco antiguo alfombradas con la arena para evitar que los equinos resbalen.
La Junta de Caixers del bienio 2008-2009, que preside José María de Sintas Zaforteza, en representación de la casa noble de Sintas, efectuará hoy más de 120 visitas, acompañada por S'Homo des Be (representación viva de San Juan Bautista) para invitar a los propietarios de fincas rústicas (llocs) que aportan caballos para formar Sa Qualcada; autoridades, entidades y también acudirá a las posades de los payeses.
Sant Joan de Ciutadella es una fiesta de raíz payesa y origen religioso, que halla su principio en la Obraria de Sant Joan, el antiguo gremio de los payeses. La primitiva celebración se ha ido transformando, y hoy han adquirido un gran protagonismo los jinetes, así como los soberbios caballos que montan. Son animales enteros, en su gran mayoría de raza menorquina.
Ciutadella acoge generosa desde ayer y hasta el miércoles a más de 30.000 visitantes que disfrutarán de unas fiestas que gozan de renombre internacional, pero que no obtuvieron en su día el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad. El Ajuntament de Ciutadella ha montado un gran dispositivo de seguridad y emergencias para actuar con rapidez en unas fiestas cuyo gran riesgo procede la masificación.