La situación de conflictividad vivida en Balears los últimos meses por las huelgas que se han ido sucediendo propició ayer una disculpa por parte del president Francesc Antich. «Quiero pedir perdón por las molestias causadas a los ciudadanos», afirmó, a la vez que aseguraba que el Govern «está trabajando para llegar lo más pronto posible a la resolución» de aquellas «situaciones de conflicto» que aún no se han resuelto.
Antich insistió en que la postura del Ejecutivo siempre ha sido, en todo momento, la de «negociar», una postura que «siempre» mantendrán. «Cuando llegamos al Govern, nos encontramos con algunos colectivos que, desde hacía tiempo, tenían una serie de demandas a las que no se les había dado salida», explicó el presidente.
En relación a la huelga de transportistas, el president aseguró que la situación parecía «volver a la normalidad». «Desde las diferentes consellerias se está trabajando para que todo funcione», dijo. Para Antich, la situación de la semana pasada fue «más difícil» que la de esta semana.
Por su parte, el presidente de la Federación de Empresarios de Comercio de Balears (Afedeco), Bartomeu Servera, explicó que se necesitan cinco o seis días para «evaluar» las pérdidas que hayan podido sufrir los comerciantes como consecuencia de la huelga del sector del transporte en la Península. Servera afirmó que las pérdidas «se prevén» debido a la «falta de servicio, de venta y a los productos estropeados».