El mal tiempo nos afecta mucho, pasamos de tener ingresos a no tenerlos y siempre con los mismos gastos. Es difícil recordar un mes de mayo tan malo. Hemos perdido más de la mitad del mes; sobre todo nosotros, que trabajamos en primera línea de playa». Tomeu, responsable de uno de los balnearios de la Platja de Palma, resumía así el sentir de muchos propietarios de establecimientos de zonas costeras de Mallorca ante un mes extremadamente lluvioso.
Ayer, la estampa primaveral la integran pantalones cortos con chubasqueros, decenas de turistas abandonando la playa camino de Ciutat, calesas vacías recorriendo el paseo de s'Arenal y algunos turistas realizando compras.
«¿Cúanto va a durar esto?», se preguntaba Ana, vecina de Irún (País Vasco). «Acabamos de llegar y ojalá que cambie el tiempo», añade. Moisés, que coloca hamacas en el balneario 13, no repartió ayer por la mañana ninguna. «Por ahora, la temporada va mal. Es peor para todos, en mi caso, el tiempo no pasa», afirma. La playa de s'Arenal estaba ayer vacía, al igual que muchas terrazas y chiringuitos próximos a la playa. «El mal tiempo nos afecta demasiado. Son ya tres fines de semana. No hacemos caja, ya que las ventas bajan, pero el gasto es el mismo. El año pasado no estaba a tope, pero se trabajaba», añade Rosanna, al frente de un supermercado.
«Queremos que salga el sol. Venimos de Alemania. Aquí llueve y allí hace sol», afirman Bárbara y un grupo de amigas, que no se quitan las gafas de sol a pesar de las nubes. «Los turistas están enfadados, pero lo entienden porque nosotros no podemos hacer nada. Estos días sí que utilizan más las instalaciones interiores del hotel», afirma Ricardo, trabajador en la primera linea de s'Arenal.
«Se ha perdido todo el mes de mayo. Ha sido peor que enero y febrero. Cuando llueve porque llueve y cuando hace sol por los mosquitos», añade Almudena, del restaurante Brisas.
Mercedes Azagra
Foto: M. A. Cañellas