Para pagar parte de la deuda pendiente de pago, el Govern aprobó ayer una operación crediticia de 70 millones de euros con diversas entidades financieras de las Islas, para así hacer frente al sobrecoste derivado del proceso de adjudicación del mismo, que ascendió a 235.110.048, pero que al final alcanzó los 314.533.930 millones de euros, es decir 80 millones más de lo presupuestado.
Desde la Conselleria de Mobilitat indican que de la diferencia de los 80 millones, «sólo se ha asumido presupuestariamente 10 millones, teniendo que hacer por ello la operación crediticia sobre los 70 millones restantes sin previsión presupuestaria hasta finales de 2029, que supondrá pagar unos 50 millones de euros más por los intereses bancarios, de ahí que la cifra total ascenderá, con los intereses, a 120 millones de euros con esta operación».
El endeudamiento fijado por el anterior Govern para asumir el coste de la obra del metro, según la Conselleria de Mobilitat, llega hasta el 2031, en el que la Administración autonómica habrá tenido que pagar los 314.533.930 del coste total de construcción del metro, más 193.681.602 de euros en concepto de intereses bancarios, de ahí la cifra global de 508.215.533 de euros.
El conseller d' Mobilitat, Gabriel Vicens, indica que esta deuda «es una hipoteca impresionante para todos los ciudadanos. Estamos pagando por una obra que no funciona por todas las deficiencias que se cometieron en su construcción, lo cual es una auténtica vergüenza».
Vicens añade que la amortización de la deuda total supondrá pagar anualmente 15 millones de euros entre 2008-2010, pero ascenderá a 32'5 millones anuales entre el 2011 hasta la finalización de su carencia, en 2031. «A estas cantidades habrá que sumar todas las obras de emergencia para reparación del metro, cuyo coste será cifrado por una auditoria jurídica, para así depurar responsabilidades. Habrá la máxima transparencia en este proceso», puntualizó.