La siniestralidad laboral ha descendido en Balears, en el primer trimestre de 2008 en un 7 por ciento en relación al mismo período del año anterior, registrándose un total de 5.679 accidentes laborales, 461 menos que en el primer trimestre de 2007.
Así lo explicó ayer, Día Internacional de la Seguridad y la Salud de los Trabajadores, la directora general de Salut Laboral, Paula Liñán, recordando que el objetivo de la Conselleria de Treball i Formació es reducir el índice de accidentes en un 30 por ciento y acercar las cifras de siniestralidad laboral de Comunitat Autònoma a la media nacional, ya que, con las estadísticas en la mano, las Islas tuvieron el año pasado la tasa más alta de accidentes laborales de todo el Estado.
El índice de siniestralidad del primer trimestre de 2008 se sitúa en 16'62 accidentes por cada 1.000 trabajadores, con un descenso de 1'58 puntos con respecto al mismo período de 2007, cuando la tasa era de 18'48 siniestros por cada 1.000 trabajadores, tal y como indicó ayer la directora general de Salut Laboral del Govern.
Liñán dijo también que en relación a los accidentes mortales en el primer trimestre de este año se han contabilizado los mismos que en el primer trimestre de 2007, con una defunción de un trabajador por cuenta ajena y otra de un trabajador autónomo.
Por su parte los dos sindicatos mayoritarios de las Islas, UGT y CC OO, llevaron a cabo ayer un acto frente al monumento a las víctimas de la explosión del polvorín de San Fernando con el lema «tolerancia cero a los accidentes laborales».
Lorenzo Bravo, secretario general de la UGT y Josep Benedicto, secretario general de CC OO, pidieron ayer que los estamentos públicos muestren hacia la siniestralidad laboral la misma sensibilidad que hacia otras «lacras sociales» como son la violencia doméstica, las drogas o los accidentes de carretera.
Los sindicalistas celebraron la jornada inaugurando una placa frente al monolito que, desde 1934, recuerda a las víctimas de la explosión del polvorín de San Fernando, en el que, en 1985, fallecieron un centenar de trabajadores, en su mayoría mujeres y niños.