Cabal y aventurero; narrador y apasionado. Sebastián Àlvaro, director del programa «Al filo de lo imposible», explicó ayer por la noche en Palma Aquarium todos los entresijos que hay tras la grabación de uno de sus programas, una trastienda que estuvo acompañada por la proyección de un documental realizado en la Isla junto a los espeleólogos mallorquines Xisco Gracia y Bernat Clamor, centrada en las «Cuevas submarinas de Mallorca».
-¿Dónde se ha rodado el documental?
-En sa Gleda, cerca de Felanitx. Es el complejo subacuático de espeleología más extenso de Europa. Tiene muchas posibilidades de explotación. Las cuevas son muy importantes. Junto al mundo turístico de Mallorca existe un mundo natural donde todavía es posible la exploración. Se rodó en septiembre del año pasado y grabamos durante mes y medio.
-Por lo menos Mallorca ya tiene un «Al filo de lo imposible»
-Mallorca tiene varios «Al filo de lo imposible». En esta ocasión, trabajamos 12 personas. Una de ellas, un norteamericano con el que he trabajado en varias ocasiones, se ocupó de retratar las cuevas. Imagínate, 12 horas de trabajo daban dos o tres minutos de grabación útiles. Es lento, costoso y sacrificado.
-¿Y arriesgado?
-El trabajo en la cueva y todos los programas en general se tienen que hacer con personas especializadas y que controlen mucho su actividad. Se puede ser audaz y prudente, llevamos casi 30 años haciendo aventuras. De las 1.500 personas que han pasado por los programas, sólo han muerto dos.