Otra vez será», dice Marta. «Tal vez a la tercera -añade- pues ésta ha sido la segunda, y mejoré respecto a la primera, pues si en aquélla no pasé el primer cásting, en ésta he llegado a la final. Anteayer éramos 25, y quedamos eliminados siete, entre ellos yo. ¡Qué le vamos a hacer! También lo lamento porque a esta fase final nos presentamos seis de Mallorca, dos de ellos con los que había coincidido en Nit d´Èxit, de IB3, y nos hemos quedado fuera todos».
Marta Jaume tiene 21 años. Estudia Administración y Finanzas, y trabaja con un dentista. Y, por supuesto, desde que es una niña, canta. Se le dan bien los blues, el soul y la salsa.
Aunque no quiere desvelar muchas cosas de la próxima OT, en ella -dice- «habrá bastantes andaluces, pero ningún mallorquín. ¿Tongo...? Como he visto que todos son muy buenos cantantes, y que van a dar mucho juego, pienso que no, que todo se ha hecho de forma muy legal».
Ta vez lo peor de los cástings haya sido la espera y la tristeza por quedarte fuera, y más cuando parece que lo tienes al alcance de la mano. «Esperas para cantar, y esperas, sobre todo, para que te digan si te quedas fuera o si pasas al siguiente cásting. Eso es agotador».
De Risto Megide, uno de los examinadores, posiblemente el más temido de todos por sus comentarios y salidas, no tiene nada que decir. «Cada cual hace su papel y él hace el suyo. Me da la impresión de que le gusta que algún concursante se enfrente a él. En lo que a mí respecta, sólo puedo decir que me trató bien. Nada negativo por su parte hacia mí. Àngel y Naomi también tuvieron muy buen trato hacia nosotros».
Marta está soltera y sin compromiso, lo cual es lo mejor para una artista, y más siendo tan joven como ella. Porque tiempo habrá... Como ha dicho, lo seguirá intentado, esperanzada de que alguna vez tendrá suerte, será una de las elegidas. Mientras tanto, seguirá cantando con su orquesta, Cascall.