Las obras de asfaltado de la calle Jaume III a lo largo de jornada de ayer provocaron un gran malestar entre la mayoría de comerciantes de la zona, ya que entienden que el Ajuntament de Palma podría haber programado estos trabajos en un día de la semana en el que no se concentre la mayor actividad comercial.
En esa línea indicaron a este periódico algunos de los comerciantes de Jaume III que se notó un sensible descenso en las ventas a lo largo de la jornada de ayer en comparación con otros sábados, debido a que la presencia de maquinaria pesada en la calle, el ruido y el fuerte olor a alquitrán desanimaron a los ciudadanos a transitar por la zona, al margen de que el desvío del tráfico redujo también el movimiento habitual en la zona.
En opinión de estos comerciantes, el Ajuntament debería programar obras de este tipo en otros días de la semana en los que también pueda haber menos tráfico, como un lunes o un martes, y no perjudicar tanto a los comerciantes.