Durante once horas las urnas estarán esperando el voto de millones de españoles, los que decidirán la composición del Congreso de los Diputados y el Senado. Será su compromiso con la democracia.
Este domingo la democracia recupera su sentido más original y participativo reclamando el voto de los electores a las opciones políticas que concurren a los comicios, los mayoritarios enviarán a las Cortes a sus candidatos para cumplir con el rito parlamentario de la elección del presidente del Gobierno. Así es y así debe ser, a pesar de la intención de los violentos por romper -anteayer y hace cuatro años- con la normalidad democrática de España, una pretensión inaceptable por crueles y sangrientas que sean las circunstancias.
El mejor compromiso político de los ciudadanos ante una convocatoria electoral como la de hoy es, sin duda, participar. Depositar el voto con libertad es el mejor compromiso con la democracia y las instituciones que la encarnan, la expresión de confianza en un sistema que -con imperfecciones- se ha revelado como el más avanzado a la hora de recoger las aspiraciones políticas de los ciudadanos.
Esta misma noche, pocas horas después de abrirse las urnas, el futuro de España para la próxima legislatura quedará escrito a partir de la decisión soberana de sus ciudadanos. De un modo u otro, con el voto a cada uno de los diferentes partidos o coaliciones se acabará escribiendo la historia política que surge de las elecciones de este domingo.
Hoy todos los partidos tienen un mismo punto de salida, del cómo llegarán a la meta es una cuestión que sólo depende de los ciudadanos. Como debe ser.