El reparto de escaños por la circunscripción de Balears, al igual que en el resto de España, se realiza mediante la aplicación de la llamada Ley d'Hont, que sigue unos criterios de proporcionalidad entre los votos obtenidos por cada una de las candidaturas que concurren en las elecciones al Congreso de los Diputados. En el caso del Senado el criterio es el mayoritario, salen elegidos los candidatos con el mayor número de votos.
Para participar en la distribución de escaños es preciso superar el 3 por ciento del total de votos en la circunscripción, las candidaturas por debajo de este límite son descartadas.
Teniendo en cuenta la circunscripción balear, ocho escaños, la Ley d'Hont divide el total de votos de cada candidatura por el sucesivo número de escaños 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8. De cada uno de los cocientes se atribuye el escaño a cada formación en función del número de votos que ha obtenido tras el escrutinio final.
Participación
Una de las claves de la Ley d'Hont radica, precisamente, en la participación. Cuanto más baja sea la participación, y por tanto el número total de votos, más 'asequible' será el número de votos necesarios para obtener el escaño ya que el cociente será más bajo. Así, una alta participación favorece a los partidos mayoritarios, mientras que sólo una muy baja participación da opción a que las formaciones minoritarias -en el caso de Balears- puedan alcanzar el anhelado escaño en el Congreso de los Diputados, puesto que son precisos menos votos.