A pesar de la fría noche, la juventud se volcó de forma masiva con el Carnaval. En la zona tradicional de marcha nocturna, Passeig Marítim y la Llonja, bares y discotecas no tenían programada ninguna fiesta de disfraces, sin embargo, poco a poco fueron llegando los más jóvenes y otros no tantos con sus mejores atuendos.
Disfraces para todos los gustos, desde personajes que se han quedado en la retina a través del cine y la literatura, como también de algún artista del rock. Los cazafantasmas, spyderman, los picapiedras, el señor de los anillos, caperucita, princesas llamaban la atención de quienes no quisieron perderse este alegre y masivo Carnaval. En algunos casos los disfraces eran de alquiler, otros los habían fabricado con sus manos.
El ambiente era muy alegre y festivo, las bromas, fotos ybrindis se realizaban una y otra vez. Finalmente, la fiesta se traslado del botellón, sitio donde se reunió gran cantidad de jóvenes, a las discotecas de alrededor.
Abraxas congregó a la mayor cantidad de disfrazados, seguidos por Titos y Moon. En todas se pudo ver un lleno total, entre disfraces, copas y baile fue llegando el final de esta jornada marcada por la alegría y la magia del Carnaval.
Cristián Castro