La sociedad civil balear ha constituido durante la democracia al menos dos platafomas cívicas bajo los lemas «Volem comandar a ca nostra» y «Pedimos a los partidos políticos un gran acuerdo de financiación para Balears», la primera en el año 1991 y la segunda en la actualidad, con el objetivo de exigir soluciones ante situaciones que consideraban injustas para los intereses de los ciudadanos de Balears. En la primera de ellas, a favor del autogobierno en sentido amplio, y en la segunda, para conseguir una mayor financiación autonómica.
La plataforma «Volem comandar a ca nostra», cuya presentación pública tuvo lugar el 4 de noviembre de 1991 en un abarrotado Teatre Principal de Palma, exigía que se reconociesen para Balears los mismos derechos que los de las comunidades denominadas «históricas» en materia de competencias y financiación, un desarrollo del Estado de las autonomías con criterios federales o confederales y un sistema de financiación basado en el concierto económico, entre otras cuestiones incluidas en su manifiesto de constitución.
La segunda plataforma cívica, que el pasado lunes presentó su propuesta de financiación en la sede de la Cámara de Comercio, tiene una carácter más economicista y solicita a los partidos políticos de Balears que pacten una propuesta de financiación justa y que la defiendan conjuntamente ante el Gobierno central, después que las Islas hayan sido tradicionalmente la comunidad que más impuestos paga por persona y la que registra la financiación autonómica disponible más baja del conjunto de comunidades autónomas españolas.
Los integrantes de esta segunda plataforma cívica denuncian que esta situación ha generado un impacto negativo tanto en la actividad económica como en la calidad de los servicios e infraestructuras públicas en el archipiélago.
Respaldo social
La plataforma «Volem Comandar a ca nostra», impulsada por la Obra Cultural Balear, tuvo un mayor y más diverso respaldo social que la plataforma en favor de una mejora en la financiación autonómica, que ha sido impulsada por el Cercle d´Economia de Mallorca.
En la primera de las plataformas estaban integradas entidades como la Confederació d´Associacions Empresarials de Balears (CAEB), la Federación de la Petita i Mitjana Empresa de Mallorca (PIMEM), los sindicatos CC OO y UGT, pero también otras entidades o instituciones como la Universitat de les Illes Balears (UIB), la Federación de Asociaciones de Vecinos, el Grup d´Ornitologia y Defensa de la Naturalesa (GOB) o la Federación de Padres de Alumnos, entre otras.
Por su parte, la segunda y más reciente plataforma ha tenido hasta la fecha un respaldo básicamente empresarial y de los principales colegios profesionales de las Islas. Integran esta agrupación las cámaras de comercio de Mallorca y Menorca, la Confederació d´Associacions Empresarials de Balears (CAEB), la Federació de la Petita i Mitjana Empresa de Mallorca (PIMEM), los colegios de Abogados, Ingenieros Industriales, Arquitectos, Economistas, Médicos, Farmacéuticos, Notarios, Aparejadores y Arquitectos Técnicos, así como el Fomento del Turismo de Mallorca, Federación Hotelera de Mallorca, Agrupación de Cadenas Hoteleras, Cercle d´Economia de Mallorca, Asociación Familiar de la Empresa Familiar, Unión de Colegios Profesionales, Federación de Empresarios de Comercio de Balears (Afedeco), y Asociación de Joves Empresaris de Balears.
Otras iniciativas sociales
Desde la CAEB recuerdan que además de estas dos plataformas, hubo otros actos o movimientos de reivindicación empresarial en los años noventa, aunque surgieron a raíz o en el marco de la Plataforma por el Autogobierno.
Así en diciembre de 1992 hubo un acto empresarial en el hotel Palas Atenea en protesta contra lo que consideraban una elevada presión fiscal, tipos de interés (en esos momentos marcados por el Banco de España) y por los altos costes laborales.
En marzo de 1993 los empresarios, impulsados por CAEB, volvieron a celebrar un acto reivindicativo por las mismas cuestiones, esta vez en el Auditóruim de Palma.