Me siento un poco nervioso, pero sé que lograré hacer reír al público, estoy seguro de eso». Era el comentario de este humorista de origen leonés de 37 años, asentado en Mallorca hace casi tres décadas, que la noche del pasado jueves realizó una intensa y dinámica presentación en Io Lounge, en Palma. Frente a unas 300 personas dio inicio a su rutina de humor con imitaciones, chistes y monólogos, logró cautivar a los espectadores que rieron de buena manera con su simpatía, histrionismo y velocidad.
Presentó una amplia rutina donde el humor social fue el protagonista, sin dejar de lado los chistes de matrimonios, actualidad, deportistas, tecnología, economía y nacionalidades y en especial de mallorquines, éstos últimos fueron el plato fuerte de la noche.
La actuación estuvo dividida en dos partes: la primera sirvió para marcar el ritmo y darse cuenta del tipo de humor que deseaba escuchar el público. Después de un breve descanso, comenzó la segunda parte donde el humorista se vio con bastante soltura. Hizo gala de mucha velocidad y control del espectáculo, inclusive pidiéndole a los presentes qué tipo de chistes querían escuchar.
Controlando muy bien el tiempo, logró de una manera magistral el manejo y comunicación con los espectadores, comunicando ideas a través del silencio con muecas muy bien logradas.
«Me ha gustado mucho, lo encontré muy bueno tanto por su velocidad como también por sus imitaciones en especial de los mallorquines», comentaba la palmesana Elena que, junto a un grupo de amigas, rieron de buena gana.
Finalizó su actuación con un público agradecido que deseaba seguir riendo con su sano y elegante humor.
lCristián Castro
(texto y fotos)