La canciller de Alemania, Angela Merkel, recibió ayer en Mallorca, de manos de José Luis Rodríguez Zapatero, el premio otorgado por Nueva Economía en un acto celebrado en Sa Llonja con la presencia de la representantes de la sociedad balear y de la colonia alemana residente en la Isla. El acto contó con la presencia del presidente del Govern, Francesc Antich; la presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar; la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol y el delegado del Gobierno, Ramon Socías. Asistieron también los ministros de ambas delegaciones.
Tras recibir el galardón, un diploma de plata enmarcado que le entregó Zapatero, la jefa del Gobierno alemán agradeció el «honor» que supone recibir un premio que se le otorga a «personas que comparten valores y trabajan por el bien común». Y destacó que el premio, en esta ocasión, se haya entregado en Mallorca y no en Madrid. «Una de las principales funciones de la UE es precisamente representar en el mundo los valores de la cohesión social, basada en la solidaridad, la justicia y la libertad, tres pilares con el mismo valor», destacó Merkel.
La canciller alemana tuvo un gesto hacia los germanos que visitan cada año las Islas y dijo: «Los turistas que vienen a Mallorca son un puente entre ambos países». Sin embargo, los asistentes, muchos de ellos alemanes residentes en la Isla, mostraron su malestar por no haber podido saludar a Merkel ni un solo minuto después de concluir los distintos discursos. Después de las intervenciones de Antich, Zapatero y Merkel, las autoridades abandonaron Sa Llonja cuando sólo habían transcurrido 45 minutos. Y lo hicieron por la misma puerta por la que llegaron y sin mantener el más mínimo encuentro con los aproximadamente 500 invitados que comentaban al concluir la entrega de la distinción los errores cometidos por los organizadores del acto.
En su discurso, Merkel recordó que las guerras enfrentaron a los países europeos en el pasado y que, sin embargo, se produjo un esfuerzo de reconciliación llevado a cabo para lograr la convivencia en paz. En opinión de la jefa del gabinete germano, los europeos son un ejemplo que da esperanza fuera de sus fronteras, pero recalcó que es necesario tener «mucha paciencia» porque Europa tardó siglos en llegar al punto en el que se encuentra ahora. Merkel subrayó que mientras a principios del siglo XX uno de cada cuatro habitantes de la Tierra era europeo, ahora el porcentaje se ha rebajado. Sólo uno de cada catorce personas es de Europa.
Zapatero elogió la figura de Merkel y mostró su admiración por la canciller alemana. Dijo que Merkel es merecedora del premio otorgado por el Foro Nueva Economía por su compromiso «con la libertad y con Europa». Además, Zapatero recordó la deuda de España con Alemania por su apoyo al ingreso en la UE ya que, en opinión del presidente español, el país germano fue el principal contribuyente de los fondos europeos que han permitido el progreso del país.