El Parc de les Estacions acogió ayer una gran fiesta infantil, uno de los últimos actos festivos de Sant Sebastià y que congregó a numeroso público, en particular a familias.
Desde temprana hora comenzaron a llegar familias para disfrutar de una de las últimas actividades dirigidas a los más pequeños, aunque los mayores también tuvieron su espacio.
Los niños pudieron aprender jugando y conocer parte de alguna actividad profesional. Entre los que más llamaron la atención fue hacer un recorrido en un coche teniendo de copiloto a un agente de la policía quien les enseñaba las señales de tráfico. Otros prefirieron ser bomberos, con el traje y manguera en mano, eran ayudados por estos profesionales.
Diferentes escenarios para otras actividades entre las que se podía apreciar números de magia, trapecismo, payasos y la infaltable música en directo que animó a los presentes, que se lanzaron animadamente a bailar jotas mallorquinas y boleros.
Algún juego tradicional como el trompo o manualidades en barro y pintura hicieron las delicias de los visitantes, que disfrutaron de una de las últimas y multitudinarias actividades de las fiestas de Sant Sebastià.
Cristián Castro