Con los primeros sones empezaron las discrepancias entorno a la letra propuesta para el himno de España. Entre los políticos, los nacionalistas son quienes rechazan de lleno la letra para el himno nacional propuesta por el Comité Olímpico Español. En el otro extremo, los del PP, más conciliadores con la iniciativa.
En el plano económico y sindical, pesa más la indiferencia que el rechazo. En el cultural se valora lo artístico, y en este plano la letra de Paulino Cubero recibe duras críticas por simple y rancia, y por innecesaria.
Entre los deportistas, para quienes está especialmente ideada esta iniciativa, la letra propuesta por el COE no levanta la más mínima pasión. La gente de la calle está dividida, y es allí donde no se percibe la más mínima indiferencia. La polémica está servida.