La Universitat de les Illes Balears ha conmemorado el centenario de la creación de la Escuela Superior de Comercio de Palma, creada en enero de 1907 para satisfacer las necesidades de una cada vez más pujante actividad mercantil. Desde su sede fundacional, en el actual Consolat de la Mar y posterior traslado en 1916 al emblemàtico edificio situado junto al cauce del torrente de Sa Riera, hasta su conversión en la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales sus aulas han sido un centro de formación de numerosas promociones de estudiantes que trasladaron su impronta a las empresas mallorquinas durante todo el siglo XX.
Buena parte del tejido empresarial de Balears se ha forjado gracias a los titulados de la Escuela de Comercio -peritos, profesores mercantiles, intendentes, ...- expertos , en definitiva,en la gestión de todas aquellas iniciativas que han conducido a nuestra realidad económica desde los diferentes sectores productivos. Esta ha sido, sin lugar a dudas, la gran aportación que ha hecho la Escuela al conjunto de la sociedad balear, la cual merece un indiscutible reconocimiento.
Ahora, cuando desde las instituciones políticas se clama en favor de la formación como la mejor estrategia para consolidar y seguir avanzando en la prosperidad económica de Balears, la lucidez de quienes hace cien años abogaron por la creación de la Escuela Superior de Comercio está claro que es acreedora del homenaje de toda la comunidad universitaria balear. Un repaso a los avatares sufridos por la Escola en este siglo de existencia es una prueba más de la tenacidad con la que, en demasiadas ocasiones, hay que defender los principios que permiten el avance de toda una sociedad.