A las semanas de haberse apagado la luz, gran parte del parque de sa Riera sigue en la más completa oscuridad, lo cual ha originado quejas de los usuarios, que a pesar de lo que se diga, son muchos.
Quien esto suscribe, ha pasado muchas noches por aquel lugar, esperando verlo iluminado la próxima vez. Pero no ha sido así . La oscuridad sigue siendo la dueña de aquel espacio, lo que lo deja fuera de uso, porque ¿a quién le apetece circular por allí de noche, sin ver donde pone los pies. o quien anda a su lado?
Imagino que el parque en cuestión seguirá perteneciendo al Ajuntament de Palma, alguno de cuyos miembros, en la oposición cuando se construyó e inauguró, no estaban muy de acuerdo con él. De ahí que lo criticaran abiertamente. Pues bien, tal y como están las cosas hoy, a oscuras, no se si su opinión sigue siendo la misma, pero su obligación es la de subsanar el problema a la mayor rapidez posible, para que el parque -guste o no- siga cumpliendo con su misión. Ser parque, y no el horroroso lugar que es ahora, en el que, aparte de carecer de luz, no se ve vigilancia por ninguna parte. Al menos nosotros no la vimos: ni vigilancia privada, ni oficial. ¿Seguirá el parque, como hasta hora, a oscuras? Veremos. Pero, no sé, no sé...