media tarde de ayer, con la entrega de premios, finalizó la tercera edición de 'TaPalma', que llevó las tapas hasta una serie de bares y restaurantes de Palma, distribuidos en cuatro sectores: centro, Plaça d'Espanya, la Lonja y Plaça Major. Esta edición ha cumplido en gran parte con los objetivos trazados de antemano: que la tapa llegue al público, cosa que así ha sucedido, lo cual en una ciudad como Palma, que no es tapera, no es sencillo.
El Passeig des Born fue testigo de la entrega de galardones por parte del jurado, presidido por Koldo Royo.
Por otra parte, la Associació de Restauració, responsable de 'TaPalma', va a tratar de mejorar las ediciones sucesivas. Según comenta Eduardo Suárez del Real, gerente de Restauració, el próximo año, en cuanto a participantes, se va a tratar de agrupar más de los cuatro sectores de este año y añadir un quinto, el del Molinar, que si de algo puede presumir en estos últimos tiempos es de buenos bares y restaurantes.
De los inconvenientes de 'TaPalma', que ayer concluyó, también se han obtenido enseñanzas que, llevándolas a la práctica, mejorarán el producto. Por ejemplo, este año se ha detectado algunas cosas más bien negativas, como que unos hayan llegado al bar o restaurante englobado en 'TaPalma' (un cartel en la puerta del establecimiento los identifica) y a la hora de pedir la tapa se les ha dicho que se les ha terminado, o que por ser horario de cenas y comidas no les pueden atender, o que el espacio del local destinado a los amigos de la tapa era más bien minúsculo, lo que se traducía en estrecheces e incomodidades para aquel, o, simplemente, que el local estaba cerrado. Suárez del Real señaló que el año que viene «unificaremos los horarios y el espacio del local destinado a las tapas tiene que ser, sino la totalidad del mismo, sí el suficiente para que el cliente se sienta cómodo. Y quienes no estén dispuestos a aceptar estas normas, no entrará en 'TaPalma' 2008».