r de tapas es una costumbre muy arraiga en muchos lugares de la Península que hasta no hace mucho era más que difícil en Palma. De unos años a esta parte se han abierto varios establecimientos dedicados a esta costumbre tan española que empieza a ser copiada en el extranjero, pero suelen estar muy distantes unos de otros, lo que dificulta el tradicional paseíllo.
Desde el miércoles y aunque sólo sea durante cinco días, Palma cuenta, no con una ruta de tapas, sino con cuatro, gracias a la iniciativa de TaPalma, una 'fira' organizada por Restauració.
La oferta es amplia, desde la tradicional ensaladilla o pica-pica hasta un refinado polo de 'foie', chocolate y miel, pasando por los montaditos o los pinchos. Todo ello sin olvidar las propuestas llegadas de otros países. Texturas, mezclas e ingredientes que provocan que la mayoría cuesten dos euros, el precio máximo fijado, aunque se pueden encontrar tapas a partir de un euro.
En cuanto a ingredientes, abundan los que tienen al salmón, el pulpo o el queso como protagonista. Los más tradicionales podrán elegir entre albóndigas, callos, tortilla de patata, gambas... Para los que prefieren cosas nuevas, diferentes o menos habituales en el tapeo: tostada caliente de cebolla confitada, queso curado, 'sobrassada' y huevo de codorniz, 'sushi' de anguila, aguacate y salsa 'unagui'... Para los más golosos están las tapas dulces.
A pesar del gancho gastronómico, la confusión imperó ayer en muchos de los visitantes a esta feria que, en ocasiones, llegaron a mediodía a establecimientos que estaban cerrados, bien porque sólo abrían por la tarde o porque no habían abierto en el horario establecido. La guía, en esta feria, resulta imprescindible porque los restaurantes mantienen sus horarios habituales de apertura al público, algo que confunde al visitante y que hace perder la idea de una feria homogénea en horarios de apertura
Lydia E. Corral
Fotos:Cristián Castro