A primera hora de ayer dos mil musulmanes de todos los países imaginables rezaron juntos, al unísono y en recogimiento en el polideportivo palmesano de Germans Escalas. Una oración de sólo uno minutos que marcó el final definitivo del mes sagrado. Las familias al completo se prepararon con sus mejores ropas para la primera oración tras un mes lunar de ayuno. Las mujeres rezaron en la planta superior del polideportivo, separadas visualmente de los hombres por planchas de madera, mientras que en la planta inferior, sentado cada uno sobre su propia alfombra, rezaron los hombres.
En este, el acto más importante del calendario musulmán, se entremezclan cada año marroquíes con argelinos, pakistaníes, sirios, egipcios, mauritanos, subsaharianos y cada vez más españoles. En esta ocasión, aproximadamente una veintena de mallorquines acudieron a rezar a Germans Escalas.
Durante el pasado ciclo lunar, 1.200 millones de musulmanes de todo el planeta ayunaron y dieron gracias a Dios. En el Ramadán, que dura de 29 ó 30 días según el año, las noches son realmente lo más destacado. Aunque una de ellas es sin duda la más importante, es el Laylat al-Qadar, la noche del destino o noche del poder. Durante esa noche, los ángeles, según los musulmanes, están en todos los caminos, en cada casa y en cada estrella. Todo ser vivo, e incluso las piedras o los objetos más simples, pueden comunicarse con los ángeles, todo ser del universo puede verlos, excepto los seres humanos, que han de ganarse ese privilegio.
Juan Poyatos
Fotos:M. Borràs