Los embalses que gestiona el Ajuntament de Palma se encuentran al 60'67 por ciento de capacidad y garantizan el suministro en el futuro, según informó ayer Emaya a través de un comunicado.
El volumen de agua almacenado supera los 7 millones de metros cúbicos. En concreto, el pantano del Gorg Blau se encuentra al 53'52 por ciento de su capacidad con un volumen de agua embalsada de 3'9 millones de metros cúbicos. Cúber, el otro pantano que gestiona el Ajuntament de Palma, tiene en la actualidad una capacidad del 71'99 por ciento, con un volumen de agua de 3'34 millones de metros cúbicos.
Según Emaya, los datos reflejan que las reservas no sólo aseguran el suministro de agua de los ciudadanos de Palma sino que, además, se prevé un significativo aumento de los niveles en los meses de octubre, noviembre y diciembre, periodos en los cuales se registran lluvias más intensas y, sobre todo, más frecuentes.
La empresa municipal concreta que el hecho de que Emaya se encuentre al 60 por ciento de su capacidad en septiembre es consecuencia de los excelentes niveles pluviométricos registrados a lo largo de este año, lo que ha permitido que la media entre enero y septiembre se sitúe en los 802'50 litros por metro cuadrado, una media que se sitúa en segundo lugar en los últimos 10 años, sólo superada en el año 2002 cuando se registraron unos niveles que superó los 1.000 litros por metro cuadrado. Emaya destaca que durante los meses de marzo y abril los embalses experimentaron fuertes crecimientos. Sólo en abril se registraron 388'50 litros por metro cuadrado, lo que provocó que los embalses estuviesen el cien por cien de su capacidad. En ese momento, Emaya tuvo desembalsar el agua sobrante.
Durante este mes que está a punto de acabar, los embalses han recibido 105 litros por metro cuadrado, cantidad que puede calificarse, según Emaya, de «muy aceptable». Durante los últimos años los mayores índices pluviométricos se han registrado a lo largo de los meses de noviembre, diciembre y enero, con cantidades que han oscilado entre los 300 y 500 litros por metro cuadrado. Estas previsiones crean optimismo en Emaya, que calcula que durante los próximos meses se experimentarán subidas significativas en sus niveles de agua.