«Lo que tendría que hacer el PP es pedir disculpas en lugar de acusarnos a nosotros de lo ocurrido», dijo Vicens a la conclusión del Consell de Govern. Vicens explicó -y enseñó planos- que la modificación del proyecto referente al sistema de drenaje de agua en el tramo del polígono de Son Castelló fue autorizada por Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) cuando la obra ya había sido inaugurada. La modificación se aprobó en el consejo de Serveis Ferroviaris de Mallorca el 16 de mayo cuando el metro ya funcionaba el 23 de abril.
El titular de Mobilitat concretó que dicha modificación del proyecto consistió en cambiar el sistema de canalización con canalizaciones más pequeñas. Según explicó el conseller, la modificación del proyecto supuso eliminar un tubo de subterráneo de evacuación de aguas pluviales construido con hormigón y con una amplitud de 1'5 por 0'75 metros --el cual debía pasar por debajo de Vía Asima--, por otro de menor diámetro (1000 milímetros) y de PVC. En Son Sardina, según Vicens, no existía ninguna red de pluviales y, por lo tanto, el metro se convirtió en una especie de sumidero. Vicens opinó que, «probablemente», de haber ejecutado el proyecto tal y como estaba diseñado inicialmente.
Críticas al PP
Vicens acusó al PP de haber hecho planteamientos ridículos, dijo que tras la inundación del 21 de agosto SFM intervino, y no descartó actuar por la vía judicial contra los responsables de lo ocurrido. Sobre la apertura del metro, Vicens no supo dar ninguna fecha, ni siquiere aproximada. En esta ocasión, sin embargo, fue algo más optimista y dijo que su departamento actuará «relativamente deprisa» para recuperar el servicio, aunque algunas estaciones permanezcan cerradas.